La mayor parte del tiempo está osuro. Una infinidad de sombras nos rodea y nos quieren fundir con ellas, intentando convencernos de que detrás de un destello rojo está el descanso a nuestra angustia...
Parecemos perdidos en esta noche perpetua. Con los ojos velados todos intentamos encontrar un camino de respuestas mientras un cielo tormentoso nos llueve preguntas aterradoras que intentan que abandonemos y que hacen nuestro trayecto cada vez más largo...
Pero desde los albores de nuestro nacimiento se ve a lo lejos una única y minúscula estrella blanca que nos exhala su aliento desde un infinito negror y que inunda nuestros pulmones con el suave soplo del último sentimiento que quedó en la Caja, empujándonos para seguir adelante...
Alcanzar la luz...